“Sanctuary Of Death”, el glorioso disco de VHÄLDEMAR que evoluciona su Heavy-Power Metal

“Sanctuary Of Death”, el glorioso disco de VHÄLDEMAR que evoluciona su Heavy-Power Metal

Cuatro años después de su último lanzamiento la banda de Barakaldo sigue estando en plena forma

La vida es un camino lleno de incertidumbres en el que prospera quien mejor se adapta a los cambios y se mimetiza con el entorno. Lo llaman adaptación y está formulado desde los tiempos de Darwin como una de las leyes fundamentales de la evolución de las especies. Sin embargo, hay especies, como los tiburones, que apenas han evolucionado porque no lo han necesitado. Su gestación ha sido dentro de unos parámetros tan perfectos ya de origen que no era necesario cambiar nada. Es más, cuanto más fieles han sido a sus orígenes más y mejor han sido sus logros en el devenir de la vida. Y así son lo demuestra VHÄLDEMAR con “Sanctuary Of Death“, su nuevo disco.

Los barakaldeses son pura perfección desde su origen, puro Metal afilado y explosivo casi sin parangón en la música de nuestro país. Pero nada es eternamente inmutable y en su séptimo trabajo que ahora nos presentan, “Sanctuary Of Death” apreciamos matices que denotan una evolución hacia nuevas tesituras, siempre, claro está, dentro del más puro y genuino Heavy-Power Metal. Pónganse cómodos en sus asientos porque vamos a viajar al corazón de (spoiler alertuno de los mejores discos de lo que vamos de año.

VHÄLDEMAR demuestran con “Sanctuary Of Death” ser una de las mejores bandas de Heavy Metal del país

Cuatro años y una pandemia mundial separan “Straight to Hell” (2020) de este nuevo trabajo y ha sido una espera que ha merecido la pena. Si su antecesor era un álbum feroz y dotado de una calidad notable, lo que las huestes de Pedro J. Monge nos ofrecen en “Sanctuary of Death” es sencillamente magistral. Adornado por un artwork de quitar el hipo, cortesía del estudio de ilustración Darkgrove (MANOWAR, BATTLE BEAST, TESTAMENT…) y arropado del sonido más brutal que puedas encontrar hoy día en un disco de Metal, “Sanctuary of Death” nos aplasta con once temas de genuino y abrasivo Heavy Metal.

 

Las vibrantes canciones de “Sanctuary Of Death”

Apreciamos la potente descarga en toda su intensidad ya desde el arranque de la feroz “Devil’s Child”, un vendaval de Power Metal de tintes europeos y melodías accesibles a la primera escucha.

El ritmo cabalgante impulsado por esa locomotora de los parches que es Jandro Camuñas y el bajo explosivo del gran Raúl Serrano mantienen una tensión perfecta para hacer de esta canción el mejor tema de apertura posible. La voz de Carlos ‘Cribas’ Escudero es afilada y áspera a partes iguales manteniendo con su estilo “A Muerte” el santo y seña de la banda en su aportación vocal. Los teclados de Jonkol Tera cobran un protagonismo acentuado en el estribillo y en los pasajes instrumentales dotando a la música de la banda de un nivel sinfónico y una elegancia sonora que ha catapultado a la banda a otro nivel sin perder un ápice de su brutalidad.

qué decir de la guitarra de Pedro J. Monge, que además de componer la música de los temas es el productor del disco en sus Chromaticity Studios. Sólo diré que sus riffs son ametralladoras de puro Metal y sus solos de un virtuosismo espectacular, con una técnica deslumbrante y un buen gusto superlativo.

Dreambreaker” no levanta el pie del acelerador en absoluto y es otra avalancha de Metal candente. Rápido, trepidante, repleto de detalles sorprendentes en todos los instrumentos y dotado de un pulso y un vigor incansable, el tema es otra demostración de que VHÄLDEMAR está ahora mismo en un momento muy dulce. El duelo de solos de guitarra y teclado entre Jonkol y Pedro es para quitarse el sombrero y los coros del estribillo nos harán cantar a voz en grito en sus próximos conciertos.

“Sanctuary Of Death es un álbum repleto de Metal épico, vertiginoso y feroz que se pasa en un suspiro y te deja con ganas de mucho más. Sin duda el mejor disco de VHÄLDEMAR”.

Tras dos cañonazos inmisericordes toca remansar un poco el ritmo sin bajar la intensidad y la tenebrosa “Deathwalker” nos demuestra que esto es perfectamente posible. La introducción de teclado nos advierte de que entramos en una mansión musical oscura en la que mil peligros nos acechan y la oscuridad se cierne sobre nosotros. Los riffs que Pedro aplasta en esta canción tienen mucho de la parte más metalera del gran Yngwie J. Malmsteen y de otros guitarristas como Michael Romeo (SYMPHONY X) a quienes, diré, no desmerece en absoluto. Desde hace ya unos cuantos años Pedro J. Monge es, para mí, uno de los mejores guitarristas de Heavy Metal de nuestro país, si no el mejor. Su sonido es absolutamente bestial y su ejecución es tan impecable, tan precisa que mueve al asombro de quien lo escuche. El tema, por su ambiente opresivo y siniestro es de los más sorprendentes del álbum, aunque no acabarán aquí las sorpresas.

“Sanctuary Of Death”, el tema que da título al disco, abre fuego con una especie de introducción de tintes épicos justo antes de que se pise el acelerador lo justo para impulsar la canción por la senda del Power Metal melódico que tan bien domina la banda. En este tema es tal vez donde veamos más claramente la huella de otra banda que siempre ha sido referente para los de Barakaldo. La épica y la garra de MANOWAR afloran aquí y allí en una partitura trufada de melodías pegadizas y letras que llaman a la batalla. Los solos de guitarra y teclados encajan como un guante en la canción sin parecer alardes innecesarios. Todo suma para lograr una canción absolutamente redonda que está llamada a permanecer en el repertorio de la banda por muchos años. VHÄLDEMAR no es una banda que se prodigue en el campo de las baladas, pero si se ponen a explorar territorios más sutiles son igualmente magistrales.

“Forevermore” es un remanso de paz rodeado del fuego y acero incandescente que son los demás temas del trabajo, pero eso no quiere decir en absoluto que la canción carezca de fuerza. Riffs densos y voces abrasivas tejen melodías grandiosas que, cocinadas a fuego lento, son una de las “delicatessen” del disco. La introducción de teclados de Jonkol marca la pauta melancólica de un tema poderoso repleto de arreglos épicos en el que Carlos canta con garra la emotiva letra y el estribillo tiene coros de aromas teutónicos. El solo de guitarra de Pedro es todo un alarde de sensibilidad y prodigio técnico y el conjunto de la canción es de una calidad superlativa.

“Heavy Metal” sin ambages

Si a una canción la titulas “Heavy Metal” está claro que dejas poco lugar al error y VHÄLDEMAR acostumbra a recordarnos en cada disco que esto va de eso precisamente, de Heavy Metal tocado “a muerte” con el corazón y con los dientes apretados. El tema exhibe un tempo más calmado que la mayor parte del álbum, pero es lo que requería una canción que ha nacido para hacernos sacudir la cabeza con fuerza y alzar los puños en los directos de la banda. Grandes melodías de guitarras, riffs demoledores, melodías vocales rabiosas y llenas de emoción forman un menú imbatible en el que el vertiginoso solo de guitarra de Pedro pone el colofón a poco más de tres minutos y medio de auténtico Heavy Metal.

La saga de los sueños del viejo rey continúa en este nuevo trabajo de VHÄLDEMAR y, así, en “Old King’s Visions (Part VII)” la banda retoma la historia donde la dejó en el disco anterior. La canción es un vendaval de Power Metal épico con baterías desbocadas, ritmos cabalgantes, estrofas cantadas con pasión y garra y arreglos de teclado y guitarra de corte neoclásico al más puro estilo de bandas como STRATOVARIUS o los ya citados SYMPHONY X. El tema es un verdadero derroche de épica y furia desatada y podríamos decir que es uno de los puntos álgidos de “Sanctuary Of Death”.

“Journey To The Unknown” nos catapulta no a lo desconocido sino a los territorios en los que VHÄLDEMAR reina de manera absoluta: Power Metal épico, con ritmos cabalgantes impulsados por la apabullante batería de Jandro y alimentados por los riffs incansables de Pedro. El estribillo es marca de la casa con esos coros marciales y esas melodías tan accesibles. Bastan un par de escuchas para que la canción te entre como un misil y un par de ellas más para que ya no te la puedas sacar de la cabeza. El imaginativo y trepidante solo de Pedro realza el tema y la parte vocal recitada sirve de contrapunto previo a un final épico que remarca el glorioso estribillo. Pura épica forjada en acero.

Una de las canciones más notables por su carácter insólito en la trayectoria de la banda es “Brothers”, cantada de manera maravillosa por Raúl, de quien ya sabíamos que era un gran vocalista por su espectacular trabajo con LEBENBACK. Su voz, heredera de los grandes vocalistas del Hard Rock y el Metal, alcanza notas, matices y tesituras inéditas en la carrera de la banda y, pese a que Carlos es y será siempre la voz de VHÄLDEMAR, es de agradecer que le hayan dejado a Raúl brillar de semejante manera en este corte tan especial. No sólo es especial por su brillo melódico y ese aire hard rockero que imprime Pedro con esos riffs tan a lo WHITESNAKE (era Sykes), lo es porque está dedicada a Manuel ‘Oso’ Monge, hermano de Pedro y líder de la banda de Blues Rock barakaldesa LOMOKEN HOBOKEN, fallecido de manera inesperada hace un par de años. El drama de perder a un ser tan querido, además de a un músico tan excepcional como fue Manu, ha movido a Pedro a romper moldes y volcar todo su talento compositivo de una manera más apasionada aún si cabe. Qué estribillo más espectacular, qué solo de guitarra más incendiario. Allí donde esté el Oso habrá sonreído orgulloso al escuchar esta maravilla de canción, sin duda.

En la recta final del disco volvemos a los sonidos metaleros de aromas teutones que tan bien manejan VHÄLDEMAR. “The Rebel’s Law” nos levanta el ánimo y nos pone puño en alto clamando por la Ley de quienes amamos el Heavy Metal. La canción cumple con todos los requerimientos para ser toda una fiesta en los conciertos de la banda gracias a unas melodías de guitarra tarareables, un estribillo adictivo y un ritmo hipnótico que te sume en un trance metálico del que es imposible salir.

El punto final del disco lo pone “The Last Flame”, una instrumental que se abre con el lejano plañir del melancólico piano de Jonkol que da paso a la banda dando soporte a Pedro para que nos regale algunos de los mejores solos de todo el trabajo. Todo furia, belleza y técnica cristalizadas en unos solos verdaderamente emotivos.

No podían habernos ofrecido un mejor broche para un álbum que es (lo anuncié al comienzo) para mí de lo mejor que se ha publicado en lo que llevamos de año. Zorionak, amigos, nos vemos en vuestros conciertos A MUERTE!!!

Track list de “Sanctuary Of Death”

  1. Devil’s Child
  2. Dreambreaker
  3. Deathwalker
  4. Sanctuary Of Death
  5. Forevermore
  6. Heavy Metal
  7. Old King’s Visions (Part VII)
  8. Journey To The Unknown
  9. Brothers
  10. The Rebel’s Law
  11. The Last Flame

Discográfica: MDD Records

Más información sobre VHÄLDEMAR y “Sanctuary Of Death” en su página de Facebook.

Gentileza www.hellpress.com

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